Cuando llega nuestro pequeñín a casa surgen muchas dudas, como por ejemplo, cómo cambiar el pañal, cuándo debemos echarle cremita, cómo debemos limpiarle el culete… Puede ser un momento que a los papás y mamás primerizas les dé un poco de respeto por el desconocimiento de todo lo que es necesario.

¡Pero no hay que preocuparse! Seguro que seréis unas mamás y unos papás estupendos, y  todavía más en cuanto os demos algunos truquitos.

Cambiar el pañal es cuestión de práctica

Saber poner bien un pañal es esencial para evitarnos escapes sorpresa y tener que cambiar más veces de las necesarias a nuestro bebé. Es muy probable que en ocasiones te encuentres salpicaduras accidentales en tu ropa, o en la del bebé a causa de una mala colocación, pero eso te pasará solo al principio. 

Os vamos a dar unos cuantos consejos para que el arte de cambiar el pañal no se convierta en un caos y sea coser y cantar. 

Tenerlo todo a mano será una de las claves para triunfar

Antes de colocar al bebé o de desnudarlo, debemos tener todo aquello que necesitemos a mano, para evitarnos complicaciones o desplazamientos durante el cambio de pañal. Prepara las toallitas, un pañal limpio y la crema protectora de tu pequeño. Es conveniente tener cerca ropa de recambio por si acaso. Tenerlo todo fuera de la bolsa maternal te facilitará las cosas.

Te recomendamos que los cambios de pañal sean en un cambiador alto, para evitar doblar la espalda mientras lo haces, aunque si usas un cambiador de este tipo nunca debes dejar solo al bebé, pues como supondrás, podría caerse. Pero si estás fuera de casa, te recomendamos un cambiador plegable que puedas llevar en la bolsa del bebé o del carrito. 

Una vez todo esto esté preparado, lávate las manos, pero ten cuidado con la temperatura del agua, ya que si están muy frías tu bebé lo va a notar. Después de eso, ya puedes colocar a tu bebé para ponerte manos a la obra. 

1. Colocar bien al bebé para cambiar el pañal

Debes colocar cuidadosamente a tu pequeño o pequeña boca arriba en el cambiador. Es importante que en el sitio en el que hagas el cambio haya un buen ambiente, es decir, que la temperatura sea adecuada, alrededor de unos 24 grados.

Lo más recomendable es que uses prendas que faciliten la tarea del cambio de pañal, es decir, que puedas soltar de cintura para abajo. Por ejemplo el conjunto Duque, formado por un jersey de manga larga y nuestra polaina Nogal. Este conjunto es ideal porque  tiene un nudo lateral que facilita el cambio del pañal y la cura del cordón umbilical de tu pequeño o pequeña. Asimismo, este conjuntito es de cintura alta y mantiene al bebé protegido del frío y de posibles irritaciones

conjunto duque gris - minutus

Durante estos momentos, el bebé puede estar incómodo. Entonces la mejor opción es hablar o cantar a tu bebé mientras le retiras la ropa o le des algún juguete si es un poco más mayor. De esta manera estimularás su curiosidad y estará un poco distraído.

bebe riendo cambio de pañal

2. Quitar el pañal de forma correcta

Para esos papás o mamás -o alguien cercano que está aprendiendo – que aún no han desabrochado nunca un pañal os lo explicamos paso a paso:

Para hacerlo tenemos que desplegar los cierres adhesivos (si los tiene) y pasarlos hacia atrás para que no se queden pegados a la piel del bebé. Te recordamos que su piel es muy sensible y debemos tener cuidado con eso. 

Una vez hayamos desnudado al bebé es conveniente esperar unos instantes, ya que notar un cambio de temperatura les suele provocar que orinen ¡Y no queremos que nos manchen enteros! Esperate un tiempo, y deja que se adapte a la nueva temperatura. 

Cuando haya trascurrido este tiempo comprueba si hay deposiciones, seguramente con el olor ya lo notarás. Puedes limpiarlas primero con la parte superior del pañal, siempre de delante hacia atrás. Sobre todo en las niñas, esto es importante para evitar infecciones. Aún así, también debemos hacerlo con los niños.

Asimismo, si tenemos un niño es recomendable colocarle una toallita encima del pene, para evitar empaparnos si tiene un escape de pis. Seguidamente, levanta las piernas del bebé sujetándolas por los tobillos y cierra el pañal juntando la parte delantera con la parte trasera. Puedes colocarle sobre la cara exterior del pañal, dejando tapada la parte interior.

3. Limpiar bien el culito del bebé

limpiar culito bebe

¡Ya casi lo tenemos! ¡Seguimos!

Ahora debemos levantar las piernas del bebé y limpiar la piel con una toallita húmeda o una esponja suave mojada. Es muy importante que el movimiento sea de delante hacia atrás en las niñas, es decir, desde la vulva hacia el culete. En el caso de los niños, debemos limpiar bien los pliegues y el resto de su zona. No debemos aplicar mucha fuerza ya que podríamos dañar la piel de nuestro pequeño o pequeña. Como sabrás son muy delicados. 

Seguidamente debes secar cuidadosamente la piel del bebé, con una toalla o toallita seca. ¡No te olvides de todos los pliegues! Cuando la piel esté bien seca es conveniente aplicar crema protectora para aislar la piel de la humedad. Las zonas más importantes suelen ser alrededor del culete y en la entrepierna. No hace falta aplicar mucha cantidad. 

Debemos evitar dañar la piel de nuestro pequeño, por lo que podemos consultar en la farmacia o con nuestro médico los productos adecuados. Deben ser suaves y eficaces. Olvídate del uso de polvos talco, pues no ayuda a prevenir la dermatitis del pañal y puede ser dañino si el bebé lo inhala. 

4.  Pañal limpio, ¡y fin!

bebé contento

Es el último paso, pero no el menos importante. Colocar bien el pañal es esencial si no queremos que haya escapes y pérdidas que nos manchen la ropa o se empapen sus propias piernas. 

Retira el pañal sucio de atrás hacia delante si no lo has hecho ya. A continuación, abre el pañal limpio, levanta las piernas del bebé y colócalo debajo de su culito ¿A que es fácil? 

Asegurate que la parte de atrás del pañal esté colocada a la altura de la cintura. Despliega la parte delantera y pásala por encima de su barriguita. Cuando las partes estén más o menos a la misma altura, puedes cerrar las cintas adhesivas. Ten en cuenta que el pañal no debe quedar muy apretado ni muy suelto. 

Si eres primerizo, te recordamos que existen distintas tallas de pañal. Así que a medida que vaya creciendo deberás comprar otro tipo de talla. Porque si tu pequeño crece y su pañal le va apretado eso le provocará rozaduras en la piel. Y como consejo, te decimos que si tu pequeño o pequeña está en el límite del indicado en las tallas de bebé, lo mejor es elegir una talla más.

Todo lleva su tiempo

Si al principio tardas mucho en hacer los cambios, no tienes porqué preocuparte. Es algo que tenemos que hacer con mucho cuidado y lleva su tiempo. Como hemos dicho antes, es algo que es cuestión de práctica. Cada vez irás haciéndolo mejor y ¡más rápido! 

Son momentos de higiene que, sobretodo en los primeros meses, deberemos repetir varias veces a lo largo de un día, y durante muchos meses. Es por eso que no debemos convertir este momento en algo estresante. Sino utilizar esta rutina de aseo como un momento especial en el que compartir cariño e instantes con tu bebé. Juega con él, hazle masajitos, cántale… ¡disfruta de tu pequeño!

Aunque vayas a hacerlo muchos meses, no volverá a ser un bebé como ahora, así que dedícale todo el tiempo que puedas y hazlo agradable.