Todas las madres y padres queremos que nuestros bebés estén contentos y sean felices. La risa es una señal de que el pequeño se encuentra a gusto, cómodo y de que disfruta del momento. A lo largo de este artículo presentamos una serie de juegos infalibles y probados que te ayudarán a que tu pequeño se ría y esté feliz.

La risa un elemento de expresión

Desde que se encuentran en el vientre materno, los pequeños comienzan a sonreír. Es una señal de buena salud y de disfrute del momento que se caracteriza por elevar los niveles de endorfinas, el movimiento y el ritmo cardíaco. Además, ni que decir tiene el placer que provoca en nosotras escuchar a nuestro recién nacido reír.

La risa y el juego ayudan a fortalecer mucho más el vínculo con el bebé. Os dedicáis tiempo mutuamente, lo estimulas y generas que se lo pase bien durante los primeros momentos de su vida. Esto le ayudará tanto ahora como en su desarrollo futuro por lo que es importante que conozcas los juegos que te proponemos seguidamente.

Cosquillas ¡por todas partes!

Ten en cuenta que el bebé siente tus emociones y en la medida en la que tú te encuentres relajada y con ganas de jugar, él o ella también lo estará. Sé muy delicada a la hora de hacerle cosquillas. Córtate las uñas y controla los movimientos para tratarlo con dulzura. Puedes darle besos y pedorretas en la barriguita y en el cuello, tocarle con las yemas de los dedos los pies y la cintura o utilizar uno de nuestros arrullos especiales para bebés, como el arrullo de algodón Etoile, que es muy suave y promueve las caricias.

Cuentos de animales

Otro juego estupendo es el contar cuentos infantiles, sobre todo si aparecen en él animales. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque cada vez que aparezca un animalito en escena tú imitarás su sonido y el pequeño se morirá de la risa. Te lo pedirá una y otra vez, incluso que le cuentes la misma historia varias veces. Échale imaginación, ¡incluso puede que acabes con una serie de personajes completos!

Un juego clásico: el cucutrás

Este juego, por si no lo conoces, consiste en que el adulto se esconda y que reaparezca rápidamente ante los ojos del bebé. Puedes esconderte debajo de tus manos, a un lado de la cuna, detrás del sofá… todo dependiendo dónde os encontréis. Una vez el pequeño conozca el juego estallará en una sonora carcajada cada vez que reaparezcas.

Una variación de este juego cuando el bebé comienza a gatear es la de simular que no se encuentra. Vas por la estancia diciendo el nombre del pequeño, por ejemplo, “Edu, ¿dónde estás?” y buscas por todos lados sin dirigirte hacia él. Ya verás cómo, poco a poco, comenzará a moverse y emitir sonidos para llamar tu atención.

Baño juguetón

Muchas mamás nos escriben a Minutus contándonos que el baño es uno de los mejores momentos del día. Puede ser relajante o puede servir para agotar las últimas energías de la jornada diaria del pequeño. En la bañera puedes introducir juguetes de distintas formas y colores e inventaros una historia.

¡Se lo pasará en grande!