Los cinco sentidos del bebé empiezan a desarrollarse en el vientre materno: puede distinguir los niveles de luz y de oscuridad, oír voces y sonidos, sentir la textura del útero y notar el sabor y el olor del líquido amniótico.

Al nacer, los cinco sentidos del bebé ya están en pleno funcionamiento, aunque se irán desarrollando a lo largo de los meses. En este artículo vamos a descubrir cómo percibe el mundo un recién nacido.

La vista

En un artículo anterior en el que hablamos de la percepción de los colores y las formas en los bebés vimos que el recién nacido solamente puede distinguir la luz y la sombra y ver a una distancia de 20 o 30 centímetros, que es la distancia de la cara de mamá cuando da el pecho o de papá cuando lo toma en brazos.

Poco a poco va mostrando interés por patrones de blanco y negro. Luego se siente atraído por colores vivos como el rojo y a los dos meses ya puede distinguir el color verde. No será hasta a partir de los seis meses que no empezará a introducir más variedad de colores a su gama y a reconocer las formas de los objetos.

El olfato

Lo primero que huele el bebé y puede reconocer es el olor de mamá. Le atrae mucho el olor de tu pecho porque se parece al olor del líquido amniótico. Gracias a la percepción de este olor buscará tu pezón para poder succionar y alimentarse. Así que evita los perfumes y colonias porque lo más importante para tu hijo o hija es poder sentir tu olor natural. ¡Es pura supervivencia!

El tacto

El bebé necesita tener contacto piel con piel desde el momento de nacer. Es importante tumbarlo sobre tu pecho. Ya verás cómo se relaja y empieza a respirar más profundamente. ¡Incluso puede que se quede dormido!

Podríamos decir que el tacto es el sentido más importante para el bebé porque necesita sentirse protegido y amado. Tócalo, abrázalo, acaríciale y cógelo en brazos tan a menudo como puedas. De esta manera le ayudarás a desarrollar bien su autoestima.

Recuerda que la piel del bebé es muy sensible, así que hay que tener cuidado con el tipo de tejido que le ponemos para que no le irrite la piel.

El oído

Desde el útero materno el bebé ya puede distinguir sonidos y voces como la de mamá o papá. Al nacer, se sobresalta con sonidos fuertes y no le gustan para nada los sonidos agudos. Se puede relajar con sonidos continuos, suaves y repetitivos, como por ejemplo el sonido de la lavadora o del secador del pelo. Le gustan las voces de personas de su entorno, especialmente la de la madre.

El gusto

El gusto quizás es el sentido menos desarrollado al nacer, si bien en el útero ya puede notar el sabor de lo que come la madre. De todas maneras, si el sabor es muy intenso, ácido o amargo, no le va a gustar y en cambio preferirá sabores dulces como la leche materna. De hecho, no es hasta los seis meses que no empieza a probar algo diferente a la leche materna y a abrirse a nuevos gustos.

Conclusión

Recuerda que el bebé al nacer recibe muchos estímulos a los que reacciona de maneras diferentes. Esas reacciones nos permiten saber qué es lo que le gusta y lo que es más importante: cómo ayudarle a satisfacer sus necesidades. ¡Así que presta atención a sus reacciones para saber lo que necesita en cada momento!