El bebé de 8 meses empieza a moverse sin parar. Está entusiasmado por todos los estímulos de su alrededor, lo quiere coger todo con sus manos y ya es capaz de sujetar las cosas con firmeza. Además empieza a gatear y no para quieto.

El pelo empieza a crecer y la empieza parece que se empieza a alargar. Es mucho más grande e independiente.

No para de balbucear y de emitir algunas palabras. Le encanta escucharte y que le cuentes cosas.

Le encanta agarrar objetos y tirarlos. Si está en la cuna posiblemente los tire fuera. Verá como los recoges y es probable que los vuelva a arrojar fuera. Esto para el bebé es un juego y se divertirá viendo como es capaz de tirar un objeto lejos y que tú se lo devuelvas a la cuna.

Suele rodar sobre sí mismo y ya es capaz de sentarse. Puede pasar mucho tiempo sentado, jugando contigo o con algún juguete. Tiene una postura cada vez más erguida y tiene más equilibrio.

También come mucho más variado que antes. Cada vez experimentáis con más alimentos diferentes y la hora de la comida es también un juego.

Desarrollo físico de un bebé de 8 meses

A los 8 meses, el bebé presenta una visión casi igual a la de un adulto. Esto le permite reconocer a las personas y objetos que ya haya visto antes a la perfección.

El desarrollo de su capacidad visual es una de las razones por las que es muy curioso y está ansioso por descubrir todos los rincones de la casa. Le llamará la atención la apariencia de algunas personas así como los diferentes colores que se presentan en los objetos y los alimentos.

Con respecto a la audición, el bebé de 8 meses es más capaz de reconocer y diferenciar más sonidos diferentes. Le llamarán la atención los sonidos del interior de la casa pero también los del exterior. Los coches, las alarmas, el timbre de la puerta o los animales serán sonidos que aprenderá a reconocer.

A esta edad ya sabe lo que le gusta y lo que no. Comienza a tener sus propios intereses y rechazará algunas de la cosas o de las comidas que le ofrezcas.

Tiene mucha destreza a la hora de coger objetos gracias al desarrollo del pulgar y el índice. Esto le permite coger cada vez objetos más pequeños.

A los 8 meses hay bebés que ya consiguen ponerse en pie apoyándose en alguna superficie. Es importante estar presente siempre que pueda intentar incorporarse. Ponerle almohadas o cojines a su alrededor puede ayudar a prevenir caídas.

El bebé se da cuenta de cómo puede ponerse de pie, lo intentará todas las veces que haga falta hasta conseguirlo, por eso es importante no quitarle el ojo de encima durante tus intentos en solitario.

Con tu ayuda podrá incorporarse y apoyar mínimamente los pies en el suelo. Puedes apoyar los pies del bebé sobre los tuyos propios y dar pequeños pasos para que pueda experimentar la sensación de moverse incorporado.

Juegos para un bebé de 8 meses

A través de los juegos puedes empezar a estimular la inteligencia de tu bebé. Ya sabe expresar sus emociones y empieza a tener claro lo que le gusta y lo que no. Jugando con él puedes conocerle más y ayudarle a desarrollar capacidades mentales.

Apilar bloques de madera

Ahora, además de destruir castillos, tu bebé puede intentar apilar unos bloques sobre otros para construirlos por sí mismo.

Los primeros intentos serán torpes, pero muéstrale cómo se hace y él te imitará. A través de la práctica conseguirá mejorar su capacidad cognitiva e intelectual.

Leerle en voz alta

Nunca es demasiado pronto para comenzar a leerle cosas a tu bebé. Puedes leerle algún libro infantil, cambiando la entonación y el timbre cuando hablen diferentes personajes. Las variaciones en tu voz le llamarán mucho la atención.

Además de divertirse escuchándote, irá reconociendo palabras que ya haya escuchado antes y esto le ayudará con el habla.

Gatear con tu bebé

Puedes ponerte a su altura y caminar a cuatro patas a su lado. Animarle a que te imite y te siga. Esto le divertirá. Además, es positivo que te vea de vez en cuando a su misma altura. Hará que empatice contigo y quiera compartir más cosas. Posiblemente te ofrezca juguetes con los que él haya jugado para que tú también te diviertas.

Jugar a la pelota

Puedes ayudar al bebé a que de unos pasitos por el suelo y le dé patadas a una pelota. Debe ser un balón muy ligero para que con la patada de tu bebé se mueva.

Al principio puedes coger su pierna y hacer la acción de dar la patada para después animarle a que lo haga por sí mismo. Descubrirá, al igual que con los bloques de madera, que puede causar ese efecto si empuja la pelota con su pie.